El amor cambia a las personas. Pero hay veces en que el amor puede llegar a cambiar el destino de países o mundos. Y nuestros redactores han aprovechado estas fechas para recordarnos los amores que han movido montañas, han viajado a través del tiempo y el espacio, afrontado maldiciones y hasta el mismo Destino.
Usagi y Mamoru (Sailor Moon)
Uno de los romances clásicos del manga. El amor de Usagi y Mamoru ocurre miles de años antes de su nacimiento, cuando eran la princesa Serenity de la Luna y el príncipe Endymion de la Tierra. Su amor fue frustrado y ambos murieron, pero volvieron a encontrarse al renacer como Usagi y Mamoru. Aunque vuelven a estar juntos, su amor no será un camino de rosas. Tendrán que enfrentar múltiples enemigos y peligros que continuamente intentarán separarlos para debilitarlos, pero la fuerza de sus sentimientos les hará siempre reencontrarse y cargarse de fuerzas para vencer a todo el mal que amenace la tierra y la paz del mundo.
Sarasa y Shuri (Basara)
Cuando hablamos de un romance épico; en el que los protagonistas se enfrentan a diversas vicisitudes tales como el Destino, no podemos dejar de lado a los enemigos convertidos en amantes.
La leyenda de Basara, de la talentosa autora Yumi Tamura, nos ofrece una historia en la que Sarasa, nuestra protagonista asume el rol de símbolo y salvador de su pueblo, ya que su hermano gemelo, Tatara, nació bajo la profecía del Niño del destino, que lo colocaba como guía mesiánico de su aldea. Una vez que Tatara es aniquilado por su enemigo, el Rey Rojo, Sarasa decide tomar el papel de su hermano, vistiéndose de él y tomando el liderazgo para liberar al país de la tiranía.
Aunque Sarasa es una adolescente valiente que vive como chico, no es inmune a los efectos del primer amor. El Destino tiene una cita ineludible entre ella y Shuri (quien es el Rey Rojo sin su armadura), un atractivo joven que la conoce desnuda en unas aguas termales mientras ésta se baña, a partir de este encuentro buscarán consolidar su amor sin saberse enemigos.
Separados por el Destino o quizás unidos por él, se amarán continuamente, anhelando la presencia del uno en la vida de la otra, para finalmente enfrentarse en una batalla que no podía dejarse de lado.
Un romance en el que cada encuentro es emocionante, complejo y melancólico, que no podía quedar fuera de esta lista.
Guts y Caska (Berserk)
De haber un manual de cómo conquistar a una chica en el campo de batalla, Guts, de Berserk podría escribir un Best Seller dictando el paso a paso.
Si algo supo hacer bien Kentaro Miura, fue diseñar la manera en que poco a poco Guts conquista a Caska su compañera y antifan en la Banda del Halcón. Inicialmente Caska no soporta la habilidad, presencia y personalidad de Guts, quien es guerrero solitario, al cual visualiza como un rival que se destaca entre los otros miembros de la banda por tener la atención, en todo sentido, de su primer amor y líder Griffith. Guts, con su sinceridad y valentía le convence en cada acción que el amor es más que la admiración unilateral, y es su calidez oculta la que despeja toda posible duda.
Este amor épico no será fácil de sacar a flote, pues la fatalidad, el destino, les aguarda un camino tortuoso por el cual los amantes habrán de transitar a lo largo de toda la historia, esperemos que Kentaro Miura valore adecuadamente esta parte de la historia y nos otorgue un final digno para este romance.
Kyo y Tohru (Fruits Basket)
Decir Fruits Basket es decir amor en mayúsculas. Pocas series pueden seguir cautivando al lector (y ahora además al espectador, gracias a la nueva versión de anime que adapta de forma fidedigna el manga original) a pesar del paso del tiempo y de una forma tan profunda y reconfortante.
Tohru Honda descubre accidentalmente el secreto de una de las familias más famosas de su instituto, la familia Soma, cuyos varios miembros se transforman en animales del calendario chino al ser abrazados por personas del sexo opuesto. Kyo Soma es, dentro de esta familia maldita, quien se lleva la peor parte (por razones que se desconocen), viviendo con un marcado y fuerte carácter, con el que trata de ocultar su trauma personal pero también su nobleza y buen corazón. Tohru, gracias a su amabilidad y pureza, será capaz de romper la dura coraza que se ha autoimpuesto Kyo, dando paso a una gran historia de amor, que pasará por muchas dificultades, aunque también por momentos lucha, comedia y felicidad, y que será capaz de romper finalmente la maldición.
Tomoya y Nagisa (Clannad)
Clannad es, con todo merecimiento, uno de los mejores dramas de la historia del anime, basada en nuestra pareja protagonista, que se conocen casualmente en la cuesta que les lleva a su instituto. Este encuentro casual servirá como punto de partida para una relación que crece poco a poco, sin prisa y sin pausa, permitiendo conocer a la dulce, torpe y amable Nagisa, quien empieza a coger más confianza en sí misma gracias a Tomoya, que vive enfadado con el mundo pero que, junto a ella, empieza a verle el lado bueno de las cosas y con optimismo el futuro que tiene ante él, y en el que querrá que ella permanezca a su lado para siempre.
Una hermosa historia de amor cargada de momentos de amargura y tragedia, pero con un final como pocos se pueden ver. Sencillamente imprescindible.
Sosuke Sagara y Kaname Chidori (Full Metal Panic)
Sosuke Sagara y Kaname Chidori viven uno de los romances más emocionantes de la historia del anime. Sosuke pertenece a una sociedad militar secreta llamada Mithrill, que le encarga como misión proteger a Kaname, una chica que vive con alegría su día a día en el instituto sin grandes pretensiones. La vida de Kaname se verá complicada debido a la protección obsesiva y meticulosa de Sosuke, que no sabe adaptarse a la vida civil, viendo en cada acción cotidiana un peligro potencial.
El enfado de Kaname con Sosuke va en aumento, hasta llegar a odiarle por su estúpido comportamiento. Sin embargo, todo cambia cuando finalmente Kaname es secuestrada para un extraño experimento y es rescatada por Sosuke, descubriendo así que él ha estado arriesgando su vida por ella en todo momento. Un romance entre el guardaespaldas y su protegida, con altas dosis de acción, mechas y humor, que os enganchará sin remedio.
Kaguya y Miyuki (Kaguya-sama: Love is war)
Todos los grandes amores han tenido que superar obstáculos casi insuperables e invencibles (familias enfrentadas, otros pretendientes, avatares del destino) para hacerse realidad. Imaginemos cómo serán si hablamos de «amores épicos».
Así, en el caso de los protagonistas de Love is war, estos obstáculos son aún mayores porque son… ¡ellos mismos! Miyuki y Kaguya libran una batalla encarnizada contra sí mismos para que sea «el otro» quien reconozca sus sentimientos. Los dos reconocen los lados buenos de su no-pareja (seguridad, confianza, inteligencia, elegancia y belleza) y ambos creen que a su no-amor le quedan de muerte las orejas de gato. ¡Es una pena que su cabezonería, inexperiencia y timidez juvenil lleve desde 2015 frustrando esta historia de amor tragicómicamente encantadora!
Tomoe y Nanami (Kamisama)
Nanami acaba sin quererlo convertida en una diosa con un familiar muy malhumorado, el zorro Tomoe. Aunque su relación empieza con mala pata, poco a poco Nanami empieza a sentir algo por Tomoe. Por su parte, Tomoe, aunque se niega a enamorarse de una humana (al considerarlos débiles), no puede evitar sentirse atraído por la fuerza de voluntad y amabilidad de Nanami.
Su relación será un tira y afloja constante, que no solo abarcará el tiempo presente, sino también el pasado de Tomoe, cuando era un zorro salvaje y temido por todos. Ambos tendrán que aclarar sus emociones y ser sinceros con ellos mismo, hasta que acepten sus sentimientos con todas sus consecuencias.
Hasta aquí llega nuestra lista, pero, por supuesto, hay muchos más romances épicos en el manga y anime. ¿Cual añadiríais vosotros a la lista?