Esta reseña se basa exclusivamente en el manga, editado por Ivrea.
“Las Clamp” fueron ampliamente conocidas por el público otaku (porque decir “mangante” supongo que queda feo) a principios del nuevo milenio. Eran varias y no se limitaron a un único tipo de género, sino que probaron varias cosas.
Angelic Layer es uno de esos experimentos, una especie de historia tipo shonen pero con características de shojo. No sé, algo raro.
Básicamente es una niña de pueblo que llega a la gran ciudad para estudiar y allí descubre un juego llamado Angelic Layer en el que puedes controlar a unas muñequitas y hacerles combatir contra otras en torneos.
Así, nos encontramos una típica serie de combates contra oponentes cada vez más difíciles en los que la protagonista, de las de la época en la que la moda era ponerlas torpes y poquita cosa, debe encontrar el punto débil de sus rivales para ir superando obstáculo tras obstáculo hasta llegar al apoteósico final que, la verdad, no es precisamente de los que deslumbra por su originalidad o sorpresa.
Eso sí, las Clamp solían hacer muchas alusiones en sus trabajos a sus otras obras, y en este caso fueron un paso más allá y directamente tomaron Angelic Layer como base para, posteriormente, situar su serie Chobits (editada por Norma).
Teniendo sólo 5 tomos, resulta bastante asequible, es de lectura rápida y te asegura pasar un rato entretenido.