Las últimas películas del MCU (Marvel Cinematic Universe) están repletas de acción y humor, y en principio están destinadas a todos los públicos (al fin y al cabo, en USA parece que la violencia desmedida no se considera un problema y es apta para niños). Por eso todas son en realidad bastante sencillitas de seguir.
Con matices, claro, porque lo de los viajes en el tiempo y algunos conceptos cósmicos quizá a los más peques les resulten algo confusos.
Por eso me ha resultado tan chocante Bruja Escarlata y Visión. Su estilo narrativo desde luego rompe bastante con lo que estábamos acostumbrados a ver en el cine. No es ya el que cada capítulo imite a una sitcom de una década diferente, es el modo de contar la trama principal y de ir avanzando hacia el clímax final, que desde luego, pese a que la serie en sí siga teniendo todos los elementos a los que las películas nos tienen habituados, no parece encajar con el desarrollo sencillito antes mencionado.
Y sí, evidentemente no es que sea la película Primer. Por supuesto que es fácilmente comprensible, y más a los que por los cómics ya nos esperábamos lo que iba a pasar, pero ya digo que rompe un poco con el esquema habitual, y no ya de cara a resultar confuso para con los más peques, muchos adultos hacia el segundo o tercer episodio probablemente en algún momento se pregunten “¿pero qué narices estoy viendo? ¿De qué va esta serie?”.
Pese a todo, su visionado resulta llevadero y entretenido.
La serie está disponible en Disney+