Cuando el verano está a la vuelta de la esquina, nuestros redactores nos ofrecen una vez más una vistazo de aquellas obras que ha estado leyendo. Este mes todo gira, más o menos, en torno a parejas muy diferentes y los lazos forjados entre ellos. ¡De otakus a dioses, este junio hemos tenido mucho amor!
Magu-chan: God of Destruction
Por JJOV
Continúa en Manga Plus el cómic de Kei Kamiki sobre la amistad improbable entre un dios primigenio, Magu-Menueku, dios de la destrucción (alias Magu-chan) y Ruru Miyanagi, adolescente japonesa de optimismo indestructible.
Por su dibujo y tono, Magu-chan no parecería encajar en la famosa Shonen Jump, ya que su fuerte no son las batallas, ni su diseño es espectacular. Su fuerte es la comedia y, sobre todo la historia de cómo dos personas que no tienen nada en común se encuentran y aprenden a convivir para que el mundo sea un lugar menos hostil para ellos.
Ruru le da a Magu-chan un hogar y un ancla en este mundo totalmente nuevo mientras que Magu-chan le ofrece a Ruru algo parecido a una figura paternal… y mascota con poca paciencia (una especie de gato, pero parlante y con rayos destructores en vez de garras).
Con Magu-chan, dios de la destrucción vemos crearse un nuevo tipo de familia, sin vínculos de sangre, pero sí de cariño y amor. Tiene muchos capítulos conmovedores y otros sencillamente graciosos, con un humor que se ríe de muchos tópicos de los mangas y los RPG (dioses malvados, caballeros, luchas, pociones, hechizos..)
My Roommate is a Gumiho
Por Karla
Este mes ha sido de aprovechar las interesantes licencias de Webtoon para el mercado occidental. En este caso la plataforma nos ha traído hace poco tiempo My Roommate is a Gumiho, para promover la adaptación televisiva («kdrama») de este webtoon.
La historia nos presenta a una protagonista muy divertida y gestosa: Dam Lee, de 24 años, una chica universitaria a la cual no tiene más opción que mudarse con un hombre muy atractivo, a quien acaba de conocer, de nombre Wuyeo Shin. Esto ocurre porque Dam Lee se traga por accidente un orbe mágico que pertenece a un «gumiho» (un ser mítico coreano, un zorro de nueve colas) de 900 años, quien ha tomado la forma de Wuyeo Shin. La esfera representa una cantidad de energía mágica acumulada que convertirá en humano al gumiho. Debido a este accidente, ahora habrán de convivir, con algunas restricciones de por medio, para averiguar cómo extraer la esfera del cuerpo de Dam Lee.
My Roomate is a Gumiho es una historia muy divertida que avanza con capítulos breves y una narrativa muy casual, ya que no intentan generar dramatismo, sino una atmósfera llena de momentos en los cuales vamos viendo poco a poco el avance entre ambos personajes, de forma romántica, pero sobre todo, muy graciosa. Es un webtoon que vale la pena por la sencillez de sus dibujos así como por su componente de comedia. Actualmente va por los 25 capítulos, de forma gratuita, y algunos en compra anticipada.
Qué difícil es el amor para un otaku #9
Por Marta
¡En este tomo nos vamos de boda!
Hanako y Tarô se dan el «sí, quiero» y tienen mucho que preparar, lo que los lleva a tener conflictos sobre cómo hacer la ceremonia. Hana quiere hacer cosplay, pero Tarô no quiere que sus compañeros y familia se enteren de sus gustos. Finalmente, llegan a un acuerdo porque, al fin y al cabo, lo importante es que quieren dar un nuevo paso juntos.
Entre tanto, siguen los problemas entre Naoya y Kô, que no puede dejar de evitarlo después de haber hecho su declaración de amistad eterna. ¿Y Hirotaka y Naru van a la playa?
Este tomo además nos trae 8 páginas a color.
Ulna en su torreta #7
Por Taichi
¡Al fin el esperado último tomo de la serie! Tras resolverse el misterio de los asesinatos en serie con gran dolor para ella, Ulna se verá obligada a elegir entre su fidelidad a la patria o el amor por el hombre que le dio la felicidad que jamás creyó encontrar.
Este último tomo pone fin a un serie dramática como pocas, que refleja perfectamente las penurias de la guerra, los odios sin sentido entre pueblos y la lucha por sobrevivir en un mundo donde la vida individual puede valer muy poco ante la necesidad de defender falsos ideales y patrias. Con un dibujo no brillante, pero que encaja con la seriedad y humanidad de la historia, Izu Toru finaliza una obra prácticamente redonda, muy recomendable para los amantes de género dramático y bélico.