Tanto el manga como el anime nos han demostrado que pueden tomar inspiración de cualquier aspecto de la vida, es por ello que el deporte es una de las temáticas de las cuales se inspiran ambos medios.
De entre todos los deportes que se han expuesto en estas producciones de ficción, encontramos una inmensa variedad que van desde los más exóticos y peculiares, hasta los más comunes que son los favoritos de los aficionados a las justas deportivas como el futbol, béisbol, basquetbol, voleibol, entre otros.
El boxeo no podía ser la excepción, así que en este texto te presentamos un breve recorrido por algunas obras animadas que nos deleitan con el pugilismo en movimiento, pero también con tramas de tono melodramático y cómico que generaron verdadera conmoción entre los seguidores de estos spokon.
Recordamos que no son los únicos, solo son algunos de los diversos títulos que existen, sin embargo, quisimos centrarnos en los que conocemos mejor. Dicho lo anterior, comenzamos con este recorrido.
Ashita no Joe (El campeón)
Hablar de un claro referente, en cuanto al manga y anime de boxeo, es hablar de Ashita no Joe. Esta obra contiene todos los elementos clave tanto de muchos spokon, como del drama que caracteriza las historias de vida de algunos pugilistas.
Su protagonista, Joe, es un chico con una vida llena de carencias afectivas y sociales, que parece ir a la deriva. Lleva la vida de una especie de pícaro que emerge de la pobreza, pero cuyo espíritu no se doblega, sino que utiliza su astucia para sobrevivir en el día a día.
El talento que posee, y su nihilismo frente a la vida lo lleva por caminos amargos, donde el riesgo y la adrenalina lo llevan por un sinfín de emociones, que de igual forma conmueven al espectador. Un clásico entre los clásicos, que definitivamente marcó un hito entre los mangas y el anime de la época.
Hemos escrito un poco acerca de Ashita no Joe en otro artículo, te dejamos el enlace para que puedas conocer un poco más a fondo esta obra.
Cabe destacar que cuenta con una animación original que se realizó a raíz de su 50 aniversario y que nos muestra a otro Joe, en un universo alterno, por así decirlo.
Megalobox
Debido a que la icónica serie de Ashita no Joe celebraba su 50 aniversario por allá del 2018, el estudio que TMS produjo una nueva animación inspirada en la original que en su momento animara el gran Osamu Dezaki, en el año 1980. La idea era traer al personaje de Joe al futuro, realmente a ese mañana prometido.
Tomaron como inspiración al niño pobre que pertenece a los bajos mundos, y lo situaron en esta ocasión en un futuro distópico, donde la gente sigue siendo pobre. La separación entre ambos mundos es tan clara como la luz del día. Nuestro nuevo Joe, desea una identidad y para ello habrá de ganársela sobre el ring, a riesgo de su propia vida.
Esta especie de spin off, se ganó por derecho propio el cariño de los aficionados al boxeo, cuenta con atmósferas, personajes, situaciones, y los movimientos que replican las técnicas del pugilismo, dándole la verosimilitud que tanto se disfruta en un spokon.
Por si fuera poco, cuenta con una segunda temporada bajo el subtítulo de NOMAD, con un total de 13 capítulos que vale mucho la pena.
One Pound Gospel
Hosaku Hatanaka, es un boxeador nato, glotón irremediable, con poca disciplina que prefiere comer en lugar de seguir la rigurosa dieta que exige la báscula antes de subir al ring. En su camino como boxeador, se topa con una novicia ingenua, la hermana Ángela que lo alimenta y lo apoya en su carrera para que pueda seguir adelante sin rendirse. El peculiar encuentro entre los dos protagonistas trae como consecuencia, que influyan uno en la vida del otro. A raíz de un beso, parece despertarse en ellos la chispa del interés amoroso.
Es interesante ver lo pesado y complejo que resulta la preparación previa a cualquier pelea, y en One Pound Gospel, la narradora experta, Rumiko Takahashi, nos lleva por los confines de esta angustiosa dieta, para ver todo lo que el boxeador debe resistir para lograr su meta. Ambos protagonistas lidian con el deseo y la tentación, uno de la comida y la otra del amor.
Esta obra divertida y ligera, sin tanto dramatismo, entretiene, muestra algunas combinaciones boxísticas básicas, pero se centra muy poco en el aspecto técnico del combate, ya que incluso algunos peleadores son retratados como demasiado sucios, pues hacen uso de patadas o codazos, que para nada están permitidos dentro del deporte de los puños.
Hajime no Ippo
Joji Morikawa nos presenta un título que se aleja de sus predecesoras en cuanto al sentido trágico del héroe, para apoyarse en altas dosis de comedia y acción. El autor se vale de las convenciones de los spokon, en los cuales el pensamiento japonés del esfuerzo y el trabajo duro conducirán al protagonista a la cima de su deporte.
Si bien no escapa de los atributos convencionales de cualquier manga deportivo, Morikawa demuestra su erudición en el tema del boxeo, ya que proyecta en sus personajes cuanta verosimilitud le es posible: desde las extenuantes dietas de pugilistas famélicos para poder dar el peso en su categoría, hasta las técnicas de combate fundamentales, así como las alusiones a iconos de este deporte.
La sapiencia del autor, va incluso hasta trazar con fineza la geografía deportiva del box, ya que ubica los desempeños de países (México, Estados Unidos, Rusia, etc.) que cuentan con toda una tradición, estilo y reputación dentro de estas justas deportivas, personificadas en los campeones más imponentes, así como en sus técnicas y estilos personales al momento de pelear.
Otro de los atributos de Hajime no Ippo («El comienzo de Ippo»), es que la construcción de personajes interesantes, con cualidades y defectos que les permiten avanzar o retroceder dentro del ranking local, nacional, continental o mundial, según sea el caso. Los secundarios se ganan el afecto de los lectores con su ingenio, humor y travesuras.
Las adaptaciones animadas recrean el estilo personal de la obra original, añadiéndole acción y movimiento que al combinarse con la banda sonora permite que los espectadores se sumerjan de lleno en las peleas dentro del cuadrilátero, ofreciendo escenas de emoción, humor y satisfacción en cada arco.
La comedia es uno de los aspectos mejor logrados por el mangaka. Con formidable sentido del humor expone personajes que pueden ser a ratos torpes, vulgares, machos, pero siempre divertidos y compañeros de un mismo oficio, que entretienen a raudales a todo el que se acerque a la obra.
Mención aparte, que la construcción de los secundarios y antagonistas, tenga una progresión en la historia, pues, no se les descarta una vez que dejan de interceder con el protagonista, por el contrario, en ocasiones están tan bien logrados y sus carreras deportivas son tan emocionantes que al darles continuidad se ganan por derecho propio el protagonismo. Tal es el caso de Mamoru Takamura, quien se erige como un secundario que llega a opacar a Ippo Makunouchi, protagonista de la serie, y que merecería tener su propio spin off.
Si algo se le puede reprochar a Morikawa es la extensión de su obra, defecto que la vuelve impublicable fuera de Japón, pues pocos editores se atreven a arriesgar con más de 1360 capítulos, y 133 volúmenes de manga. Hasta la fecha, puesto que la historia sigue publicándose semanalmente en Shonen Magazine.
Otro punto flaco de la historia es el hecho de que a medida que la anécdota avanza, se distingue el alejamiento del combate que podría dar cierre a la trama; la pelea planteada desde un inicio entre Ippo y Miyata, quienes además de amigos son rivales, que se respetan y admiran mutuamente, pero de los cuales no se vislumbra punto de encuentro, ya que el autor parece alejarlos cada vez más.
En síntesis, Hajime no Ippo es un spokon de lo más divertido, que respeta las convenciones del género, y que sin duda aporta un knock out de entretenimiento, vale mucho la pena de seguir, esperemos en un futuro no tan lejano, el autor proponga un clímax a la historia o parta con algunas historias alternas de los muchos secundarios interesantes que tiene el manga.
Y más…
Existen diversas historias en el mundo del manganime que toman como punto de partida el boxeo, algunas pocas son icónicas como es el caso de las que mencionamos, no solo son divertidas, brindan entretenimiento, sino que también aportan la perspectiva cultural de un deporte que es muy querido en Japón y en el mundo.
Entre los títulos que se nos han quedado en el tintero, podríamos mencionar Ring ni Kakero de Masami Kurumada (Saint Seiya) que incluso tuvo adaptación animada, Katsu! de Mitsuru Adachi (Touch/Bateadores, Q&A) o Black-Box de Tsutomu Takahashi (Sidooh, NeuИ, Reverberación).
Las chicas saltan al ring
Y no solo los chicos llevan los guantes. Mangas como Saotome Senshu, Hitakakusu de Naoki Mizuguchi u Otome Koukou Boxing-bu de Hirofumi Sawada han tenido como protagonistas a chicas que se han atrevido a saltar al ring.
Saotome Senshu, Hitakakusu («La boxeadora Saotome lo esconde») nos narra la relación entre Yae Saotome, campeona de boxeo de peso pluma con aspiraciones olímpicas, y Satoru, su compañero de clase. El entrenador le convierte en su preparador para que puedan estar juntos, pero si alguien lo descubre, ¡tendrán que romper!
Por su parte, en Otome kōkō Boxing-bu («El club de boxeo del instituto femenino») Taiju es uno de los pocos chicos inscritos en un instituto que antes era exclusivamente femenino. Sueña con dejar atrás su vida anodina cuando conoce a la guapa Hinata ¡que es la mejor boxeadora del club de su instituto!
Conclusión
Si disfrutas de este deporte o de los mangas deportivos en general, este es un buen comienzo, conocer a partir de estas recomendaciones populares y marcar tu propio knock out como lector.
¿Qué otras historias de boxeo conoces? ¿Alguna de estas es tu favorita? ¡Te leemos en los comentarios!
