Jóvenes huraños pilotando robots, villanos enmascarados, traiciones inesperadas, enemigos trágicos, destrucción masiva… Seguramente hayáis visto estos clichés en cientos de animes pero, ¿sabéis que nacieron en 1979?. Efectivamente, en una pequeña serie de «robots gigantes» llamada Gundam y ahora podemos ver sus películas legalmente en el canal oficial de Youtube [ ACTUALIZACIÓN: Y desde el 18/06/2021 en Netflix ]
En el principio eran los robots gigantes
Estos poblaban las televisiones japonesas desde principios de los 70, con la llegada de Mazinger Z, Getter Robo y demás. Luchando con sus armas casi mágicas contra enemigos malignos a la conquista de la Tierra. Todo el mundo parecía contento, pero en 1977 se estrena Star Wars y la situación cambia por completo.
En efecto, ahora el realismo y no la grandiosidad es la clave. En eso se fija Yoshiyuki Tomino, un director de animación y guionista para dirigir un proyecto de serie de robots, patrocinado por la juguetera Takara. Pasa por varias fases y nombres, donde comienza siendo Gunboy y habla de «hombres de hierro» hasta convertirse en Gundam. Leyendo Tropas del Espacio de Robert A. Heinlein, hace que el «robot» deje de ser un coloso mágico y sea una máquina (un «mobile suit» – MS) que mantener y reparar. Pero, al contrario que en la novela, los enemigos no son extraterrestres, ni siquiera poseen dos sexos a la vez, sino que son seres humanos como nosotros, solo que en el bando incorrecto. Y asi, en abril de 1979 se estrena Kidô senshi Gundam (機動戦士ガンダム).
Año 0079 U.C.
La serie comienza varios meses después del inicio de la guerra entre las colonias espaciales del Ducado de Zeon y la Federación Terrestre. A pesar de unos combates masivos y ataque orbitales que han diezmado a la humanidad, ningún bando ha conseguido derrotar al otro. Zeon cuenta con la ventaja de sus máquinas humanoides –mobile suits– pero la Federación tiene más recursos y los usa para construir su propio prototipo: el RX-78 Gundam.
Cuando los federales lo trasladan a la colonia neutral de Side 6 para realizar las últimas pruebas, sufre un ataque sorpresa de Zeon. Entre el caos y la confusión, el Gundam y su manual de instrucciones caen en manos del hijo adolescente del creador del MS, Amuro. Este tendrá que ponerse a los mandos y rechazar el ataque para salvar a sus amigos y el resto de la población de Side 6.
A partir de aquí comienza una huida dramática para Amuro y los refugiados de Side 6, que deben huir a bordo de la nave federal White Base, que transporta el Gundam. Eso los convierte en un objetivo para Zeon, especialmente su as Char Aznable, «el cometa rojo». Con cada combate, Gundam y Amuro se van convirtiendo en un símbolo de esperanza para los federales, y en una obsesión para el enemigo. Así que va lanzando un nuevo modelo tras otro y Amuro se va involucrando más y más en la guerra…
Demasiado bueno para este mundo
Planeada para cincuenta y tantos episodios, el Gundam de Tomino -con personajes de Yoshikazu Yasuhiko y diseños mecánicos de Kunio Okawara– no acaba de conectar con la audiencia y se acaba cerrando en el capítulo 43. Tal vez fuera una historia muy complicada para el público infantil que devoraba las historias de robots, lo que se traducía en pocas ventas para Takara.
En cualquier caso, hubo que apresurar el final y muchos argumentos se quedan en el tintero (o lo que usasen los animadores en 1980) para darle un fin coherente al anime, sustituyéndose por una voz en off que decía, más o menos: «Y después de la gran batalla Zeon y la Federación firmaron una tregua» (FIN, fundido a negro, entra canción de cierre).
Las películas que cambiaron la historia
La historia podía haber terminado ahí, pero Takara abandona el patrocinio y llega Bandai, que empieza vender muchas maquetas de la serie. Y se ve que Gundam mantiene una buena audiencia en las reemisiones, así que deciden sacar tres películas de recopilación. Con algo de metraje nuevo y nuevos temas en la banda sonora, se espera darle un final digno a la historia.
Así que en 1981, casi un año después de su final, se estrena la primera película, solo Kidô senshi Gundam, que recauda más de mil setecientos millones de yenes (sin contar la inflación, serían 14 millones de euros). El éxito lleva a que en junio se estrene Gundam II – Ai senshi (o Soldiers of Sorrow), que «solo» gana mil trescientos millones. Todo culmina con el estreno en 1982 de Gundam III – Meguriai uchû (Encounters in Space), que arrasa en taquilla con dos mil trescientos millones (18 millones de euros actuales).
Ante esto, de repente todo el mundo se lanza a hacer series de «robots realistas». Vendrán Macross, Southern Cross, Mospeada (o sea, Robotech), Votoms, Dunbine, L-Gaim… Pero lo importante es que el futuro de Gundam está asegurado, aunque entre unas cosas y otras, pasen años hasta que se estrene la esperada secuela: Z Gundam. Pero esa es otra historia…
¿A qué esperamos?
Como ya he dicho, las películas están libres, y gratuitas (y en inglés) en el canal oficial de Gundam en Youtube. Los enlaces están ahí arriba y son pura historia del anime. Hemos visto miles de veces lo que ahora son clichés y tópicos, pero en 1979 eran novedosos. Si hay que advertir algo, es que sigue siendo animación de finales de los 70 y puede resultar algo chocante, como poco.
Si queréis ver esta historia desde otros ángulos y una animación «algo» más actual, tenéis Gundam: The Origin -basado en el manga del mismo nombre de Yoshikazu Yasuhiko (publicado por Norma hace años)- cuya última parte está en Crunchyroll. Pero como alguien dijo una vez, para conocer de la historia hay que ir a las fuentes y no os creeríais la de animes históricos que han desaparecido para siempre. ¡Así que por una vez que se nos da semejante regalo, hay que disfrutarlo!
