Ivrea nos trae un nuevo tomo único del género BL/Yaoi de Shinshi Nakai. El primer manga de la autora pero que ya la cataloga como una maestra del género.
Historia
Tras un día normal, Kenji es mordido por un pequeño chachorrito y, a partir de entonces, empieza a segregar unas feromonas que atraen a todos los hombres. Cuando le intentan atacar, es salvado por Yuu pero a él también le afecta la condición de Kenji… Desde entonces, tendrán que mantener relaciones sexuales regularmente con Yuu para poder mantener las feromonas a raya.
Kenji es un pandillero que se reencuentra con su amigo de la infancia Yuu, al que solía llamar “Pochi” por parecerse a un perro, con el que vuelve a retomar su amistad. Kenji lo recordaba como un chico pequeño y muy dócil, pero ahora es más alto que él y más fuerte.
Personajes
Kenji Hayashi: es un joven pandillero que se pasa el día con sus amigos metiéndose en peleas. Un día se reencuentra con su amigo de la infancia Yuu, un chico al que llamaba “Pochi” por parecerse a su perro. Poco después de reencontrarse con Yuu, y tras morderle un cachorro, empieza a segregar feromonas que atraen a los hombres como si estuvieran en celo. Para mantenerlas bajo control, accede a acostarse con Yuu regularmente, pero lo que en principio era una relación de «follamigos» acaba convirtiéndose en algo más.
Yuu Takashina: es el amigo de la infancia de Kenji, que se escapaba de su casa cuando era un niño cuando sus padres discutían y se divertía jugando con él. Tras mudarse la familia de Kenji, Yuu no volvió a saber nada de él hasta que se reencuentran años después. Actualmente vive solo con su madre, que le regaña constantemente por juntarse con Kenji, con el que no quiere que tenga trato porque Yuu es un buen chico; pero Yuu no puede dejar de ver a Kenji.
Autora y dibujo
Este es el primer manga de la autora, Shinshi Nakai, que ya se ha convertido en un referente dentro del mundo BL/yaoi. Se publicó durante el año 2018 en las páginas de la revista Kachi Comic, de la editorial Akita Shoten.
El estilo de Nakai es un dibujo muy cuidado, que pone especial atención a los detalles, lo que hace que leerlo sea un placer para los ojos. Las escenas de sexo son bastante explicitas a lo largo del manga y utiliza muchas veces los bocadillos del texto para tapar las partes más comprometidas. Nakai tiene un dibujo depurado, donde se nota el trabajo que realiza y el mimo que pone en cada viñeta.
De la amistad al amor solo hay una mordedura de perro
Muchas veces, cuando tenemos obras cortas de manga (no necesariamente de BL/yaoi), encontramos que contienen historias donde el argumento a veces parece cogido con pinzas o no se desarrolla bien en algunos puntos, principalmente por la falta de espacio. Este tomo también peca de ese defecto, sobre todo en algunos aspectos importantes en la historia como podría haber sido la relación que tenían Kenji y Yuu de niños, que se nos presenta muy brevemente, o los problemas familiares de Yuu. Aun así, la autora nos presenta una historia sólida, donde la relación de los dos protagonistas va evolucionando y en la que superan los obstáculos juntos. Hay que destacar el mensaje final del manga, en el que dicen que “atar no es amar”, con la que Yuu puede librarse del yugo opresor de su madre que, tras marcharse su padre, ata a su hijo sin dejarle ver a Kenji ni hacer su vida.
Llama la atención la parte de la trama en la que, al morderle un perro, Kenji empieza a segregar feromonas anormalmente altas que hace que resulte irresistible a los hombres, por lo que tiene que mantenerlas bajo control teniendo relaciones sexuales. Un argumento bastante disparatado que solo se puede explicar como una excusa para lo que está sintiendo Kenji cuando vuelve a reencontrarse con Yuu. Empieza a tener feromonas altas cuando vuelve a estar con su amigo de la infancia y, sobre todo, cuando él le toca, pero más adelante acaban desapareciendo así por las buenas, o, mejor dicho, desparece el efecto en el resto de hombres, pero se mantiene en Yuu.
Solo hay una cosa que no me ha gustado y es que me molesta particularmente el uso de los corazones en los bocadillos de gemidos, un recurso que se repite mucho a lo largo del manga, teniendo páginas completas donde abundan los corazoncitos. Desde mi punto de vista, creo que dificulta bastante la lectura y molesta en la composición de la página. Que se utilice alguno de vez en cuando, no pasa nada, incluso quedan monos, pero que se abuse tanto me parece un poco inapropiado.
Edición
Ivrea nos trae este tomo único en formato B6, en blanco y negro al completo, en formato rústica con sobrecubiertas a color, sobre 200 páginas y un precio de 8,50 euros.
Conclusión
Perro ladrador, poco mordedor es un manga que hará las delicias de los amantes del género BL/yaoi, tanto por su historia como por la calidad del dibujo de la autora. Una obra que combina perfectamente un relato razonable con las escenas de sexo; imprescindible para los seguidores de este género.
Perro ladrador, poco mordedor