Acaba de terminar una de las series más longevas de la historia reciente de la TV. Y es que, que en los tiempos que corren un título alcance 15 temporadas, ciertamente parece algo… sobrenatural.
Hace unos días tuvo lugar la Noche de Todos los Santos (esa que los menores de 20 años llaman Halloween debido a la invasión cultural que supone esa fiesta importada de los EEUU). Es una noche para, entre otras cosas, recordar la muerte y lo sobrenatural. Y qué mejor forma de recordar fenómenos sobrenaturales que una serie que va precisamente de eso.
Cuando se estrenó, hace ya algún que otro año, rápidamente se hizo conocida en círculos femeninos debido a lo buenos que estaban (y supongo que aún están, aunque la edad nos pasa factura a todos) los protagonistas. Sin embargo, pese a ello (o quizá debido a ello), la serie supo hacerse un hueco en la parrilla, algo nada fácil si tenemos en cuenta que ya estábamos en la época del boom de las series de TV.
Tras 15 temporadas, dicha serie acaba de terminar (literalmente). No está mal, pocas series pueden presumir de tanta longevidad. Ahora bien, ¿realmente merece la pena?
¿De qué va?
Sobrenatural nos cuenta las aventuras de los dos hermanos Winchester (Sam y Dean), de profesión cazadores. Pero no cazadores de los de coger la escopeta e ir a matar liebres al campo los domingos, sino cazadores de monstruos, de demonios, de seres sobrenaturales.
Siguiendo los pasos de su padre, un famoso cazador, van investigando casos con visos de tener algún componente sobrenatural mientras la trama principal avanza siguiendo una pequeña vendetta personal que tienen contra el Demonio de Ojos Amarillos, un poderoso demonio que mató a su madre tiempo atrás.
Esa historia inicial termina al final de la segunda temporada, a decir de algunos el momento en el que tenía que haber terminado la serie.
Más Sobrenatural
Sin embargo, su éxito llevó a que siguiera, y siguiera, y siguiera… y así hasta 15 temporadas. Lógicamente, en tanto capítulo ha dado tiempo a tener de todo, desde capítulos magistrales hasta rellenos aburridísimos.
Llega un momento incluso en el que, al igual que le pasó a Expediente X, se quedan sin temas: ya han sacado a todo el folclore sobrenatural de los distintos países del mundo. Así que hay que buscarse la vida.
Eso es quizá lo peor de la serie, lo repetitivos o cansinos que se hacen algunos temas recurrentes (pierdes la cuenta de las veces en que los hermanos se pelean, se vuelven a “hermanar”, hacen pactos, rompen pactos, etc). Tampoco está demasiado bien llevado el equilibrio de poderes ni la coherencia, ya que seres que en su aparición son auténticas bestias pardas que aguantan lo que les eches en unos capítulos te los cargas con un puñal. Aparte de ser seres legendarios de los que nadie sabía nada y de pronto en todas partes hay documentos y notas que explican lo que son y, sobre todo, cómo matarlos (incluso con familiares de Dios que nadie sabía ni que existían).
Es más, llega un momento en el que han hecho tal limpia de seres únicos que tienen que aparecer mundos (o universos) paralelos para rescatar a alguno. Tanto es así que, pese a que desde el principio da la impresión de que no quieren meterse en el farragoso tema de sacar a Dios, al final este hace acto de aparición.
Y así están las cosas. Con temporadas más entretenidas, con temporadas que son un auténtico coñazo, con capítulos de todo (de miedo, de misterio, de humor, parodias e incluso un encuentro con Scooby Doo)… hasta llegar a la temporada final, en la que que se las verán contra el Enemigo Definitivo.
¿Entonces la veo?
Pues a ver, la serie no está mal, no ha llegado a 15 temporadas por nada. Si te decides, desde luego tendrás serie para rato, no es de esas que te las ventilas en un maratón de fin de semana. Y, además, es de las que puedes ver sin estar especialmente pendiente, sólo algunos capítulos o momentos concretos realmente te harán estar atento, el resto los puedes ver “en segundo plano”, mientras haces otras cosas o bien ser esas otras cosas las que haces en segundo plano mientras ves la serie.
Ten en cuenta que quizá te cueste un poco cogerle el gustillo, pero si lo haces, incluso las peores temporadas te entretendrán (a mí me parece especialmente mala y aburrida la séptima temporada, aunque el primer capítulo de dicha temporada creo que es de los mejores de toda la serie).
Eso sí, incluso con la serie terminada, no se resuelve el tema más sobrenatural de toda la serie: ¿Cómo es posible que los protagonistas tengan esos cuerpazos si se pasan la serie comiendo hamburguesas en cafeterías y bares de carretera?
Nota de Ester: Sobrenatural tuvo incluso una versión anime, producida por Warner Bros Japan y animada por Madhouse. Supernatural: The Animation fue una serie de 22 episodios que se emitió en Japón en 2011. La historia abarcaba las dos primeras temporadas de la serie original, recreando los mejores episodios pero también creando episodios originales y otros centrados en personajes secundarios. Podéis ver el tráiler aquí.