Cuando pensamos en historias de espías, nos vienen a la cabeza personajes como James Bond: agentes elegantes, discretos y letales que llevan a cabo su misión con la misma facilidad que se beben un Martini o seducen chicas con media sonrisa. Pero, ¿qué diríamos de un espía cuya misión es… ser padre de familia? (no confundir con la serie de Seth MacFarlane)
Esta es la premisa de Spy x Family , el manga de Tatsuya Endo recién editado en nuestro país por parte de Ivrea (también disponible en MangaPlus, en inglés y castellano).
Twilight, con licencia para desposar
Estamos en la Europa de plena guerra fría (más o menos) y el protagonista es Twilight, alias Loid Forger (que signifique «falsificador» no es coincidencia), agente secreto al servicio de Su Majestad Westalis infiltrado en Ostania -unos trasuntos de RFA y RDA, respectivamente. Pero mientras James Bond seduce agentes enemigas (aunque tampoco es exigente) y se infiltra en bases secretas enemigas, aquí Twilight tendrá que «seducir» una esposa propia e «infiltrar» a su hijo en el colegio más exclusivo de Ostania.
El primer dilema de Twilight se resuelve con Anya, una niña sacada de un orfanato ostanés (¿ostanio? qué difícil es inventar gentilicios) con poderes telepáticos. Le encantan las series de espías, así que en cuanto lee la mente de su futuro «papi», le falta tiempo para apuntarse a esta aventura.
El segundo elemento necesario se soluciona con la aparición de Yor Briar, una modesta oficinista presionada por familia y amigos para echarse novio. No sería un problema muy serio de no ser porque es el alter ego de la célebre asesina «Thorn Princess» y lo que menos necesita es llamar la atención, así que la búsqueda de esposa de Loid/Twilight le llega como caída del cielo.
Espías como nosotros
Lo que podría ser un cóctel explosivo al juntar tres personalidades contrapuestas se acaba convirtiendo en una comedia con escenas de acción, o una historia de acción con momentos cómicos y también conmovedores. Anya es una niña pequeña a la que le gusta más jugar y ver la tele que estudiar. Yor es una asesina despiadada, pero tímida y torpe en las distancias cortas. Loid es frío y calculador, pero su nueva familia le obliga a ir contra todo lo que había hecho hasta entonces: abrirse a los demás.
De ahí que situaciones como la «seducción» de Yor, un simple paseo familiar o el examen de ingreso se conviertan en situaciones divertidísimas, con partidas mortales de policías y ladrones, granadas de compromiso, vacas desbocadas y feroces entrevistas escolares. Aunque eso sí, la violencia es de dibujo animado clásico o, por poner otro ejemplo, de Mortadelo y Filemón. Ya les puede caer a los personajes una bomba atómica, que al final todos sobreviven, más o menos magullados ―en su mayor parte; Yor no mata a besos.
En este aspecto, el dibujo de Tatsuya Endo consigue pasar sin problemas del detallismo (como veremos en una escena de «trabajo» de Yor) al minimalismo -en los momentos más cómicos- para darle a Spy x Family un aire especial, distinto de lo que podríamos esperar de un manga shônen -aunque sea virtual.
Pero… ¿quién es este tipo?
Tatsuya Endo, creador de Spy x Family, es un mangaka escasamente conocido por el público japonés ―del occidental ni hablamos― y autor sobre todo de historias autoconclusivas para revistas menores de Shueisha (Akamaru ― ahora Jump SQ ―). Su mayor logro hasta la fecha eran los cinco volúmenes de Gekka Bijin. Sin embargo, el éxito de esta obra está siendo arrollador; comenzó llamando la atención de los lectores en la revista virtual Jump+ (y MangaPlus) y llegó a superar en lecturas a obras como Boruto o My Hero Academia; después vino una historia especial en la mismísima Shônen Jump, publicar 800.000 ejemplares de sus primeros volúmenes y empezar a ganar premios.
En conclusión
De un modo más personal, hacía mucho, mucho tiempo que no leía una historia, no digamos un manga, que me emocionara y me hiciera reír por igual. Por una parte los esfuerzos de Loid, Yor y Anya por «fingir» ser una familia, poco a poco, y sin que se den cuenta, les van convirtiendo en una de verdad. Por otra, está la comedia de juntar en una misma casa a un espía, una asesina y una telépata y ver cómo se enfrentan a nuevas situaciones inesperadas. Sin extenderme mucho para no reventar la lectura a nadie, solo puedo decir que en volúmenes posteriores (en Japón ya llevan cuatro y no tiene pinta de ir a menos) la familia crece, aparecen nuevos retos y queda claro del todo que la palabra «normalidad» no encaja con los Forger.
SPY X FAMILY
Resumen
Una estupenda comedia «de situación activa» que reúne humor, acción y unas pizcas de drama y hasta romance. Recomendada para todos los públicos. ¡No os lo perdáis!