ADVERTENCIA: es imposible reseñar esta serie sin reventar el argumento. Luego no digáis que si yo no quería…
Resumen
En una isla lejana se encuentra una escuela especial donde se prepara a un grupo de chicos con habilidades especiales. Capaces de volar, generar fuego o hielo, teletransportarse, viajar en el tiempo… son un proyecto de héroes y salvadores destinados a llevar al planeta a un futuro mejor. Tanto es su potencial que el gobierno ha tenido que aislarlos en esa isla para protegerlos de los enemigos de la Humanidad, seres monstruosos que acabarían con ellos.
A esta isla llega Nana, una chica alegre con el poder de leer la mente que poco a poco se irá haciendo amiga de algunos de los chicos de la clase intentando hacer amigos y saber algo más de sus compañero; por ejemplo, Nanao, de quien se dice que no tiene ningún talento.
Muy pronto sabremos que no es solo por simpatía o integrarse en el grupo; de hecho no tiene nada que ver. La isla no es una escuela especial, es una prisión aislada para guardar a unos chicos con unos superpoderes muy peligrosos. Hace años aparecieron gente como ellos y causaron un conflicto a escala mundial que casi acabó con el planeta, así que ahora han decidido acabar con ellos antes de que sea demasiado tarde. Aunque no lo parece, Nana es una asesina despiadada -por supuesto, sin ningún poder- que tendrá que emplear su talento estratégico y su capacidad de deducción para ir aniquilando a los auténticos enemigos de la Humanidad: sus compañeros de clase.
Reflexiones ocultas
Darle la vuelta al género de moda de las escuelas con superpoderes es algo novedoso. Hacer que los supuestos héroes sean en realidad los villanos nos devuelve a la realidad; alguien capaz de generar fuego o hielo o teletransportarse pueden ser aterradores. Ya hemos visto en series occidentales como The Boys lo indefensa que está la gente normal contra gente con talentos como esos: el reinado de los superhéroes puede ser la sumisión de la Humanidad. Por otra parte, también tenemos obras donde tras adolescentes encantadoras se esconden monstruos terribles (como en el remake de Higurashi de este año).
Pero Nana… no es una obra de puro suspense o terror; una vez conocemos su papel de protagonista, vemos que Nana no es un asesino en serie con una motosierra en busca de adolescentes, sino más bien una partida de ajedrez mortal. Los «objetivos» presentan una serie de complicaciones y retos particulares. Habrá más de una ocasión donde se le pondrá entre la espada y la pared y tendrá que usar hasta la última de sus neuronas para salvarse. Este juego entre el gato y el ratón confundirá los papeles y hasta llegará a generar momentos cómicos. Sí, es posible reírse en este anime sin sentirse mal.
Lo realmente malo no es tanto la misión de Nana, sino que el modo de presentarla: unas figuras en la sombra que le informan de lo importante que es llevar a cabo su misión y mensajes de texto sobre las «supuestas» víctimas que provocarían sus compañeros de clase. Así pues, no es que sus víctimas sean los causantes de las guerras y la destrucción del pasado, sino que «podrían» causarlas si se les deja vivir. Por muy superpoderosos que sean los chicos, no tienen ni idea de lo que les espera.
Pobrecillos: creían estar en My Hero Academia y han acabado en la Matanza de Texas.