De cuando en cuando, viene bien un shonen «de los de toda la vida», de los de acción a raudales con una trama que no te haga gastar demasiadas neuronas. Los Siete Pecados Capitales encaja perfectamente en esta definición, y dado que Netflix está a punto de ofrecer nuevos capítulos, parece un buen momento para echarle un ojo.
Este artículo se basa exclusivamente en el anime, disponible gracias a Netflix.
Con un dibujo agradable visualmente y una música resultona que acaba acompañando muy bien, esta historia de Caballeros Sagrados y Demonios en un trasfondo de Guerra Santa es una serie totalmente al estilo de Los Caballeros del Zodiaco o Dragon Ball. Es más, Los 7 Pecados Capitales viene con la evolución de los tiempos y, al menos en apariencia, tiene menos relleno que las mencionadas series, por lo que los capítulos normalmente son una sucesión interminable de acción, con ciertas pausas para los momentos dramáticos (mucho personaje con un pasado oscuro y traumático, como suele ocurrir en estas series) y el romance (si se puede llamar romance al tipo de veneración absoluta que las chicas de estas series muestran por los machotes de estas series).
Conforme la historia va avanzando, algunas cosas parecen metidas con calzador y a veces no resultan demasiado consistentes, pero dudo que nadie vaya a ver esta serie por lo elaborado de la trama, que en general es llevadera y te permite pasar el rato. Quizá lo peor que tiene (si no la has visto salta directamente al siguiente párrafo para que no te destripe nada) es que es de esas series en las que es casi imposible que los personajes mueran, ya tienen que ser requetemegasecundarios para desaparecer definitivamente, por lo que ese punto de dramatismo y sacrificio se pierde pronto. También se notan los distintos traductores, pero eso es algo casi inevitable con los sistemas de trabajo actuales.
Personajes
No, me temo que no me voy a poner a escribir la enorme lista de personajes de la serie. Eso quedaría muy largo y tedioso, y prácticamente sólo serviría para destriparle cosas a quienes no la hayan visto.
Básicamente la serie cuenta con un protagonista al uso, es decir la perfecta definición del “héroe”: noble, desinteresado, amable… vamos, un “bueno” con mayúsculas. Su única particularidad es que es del tipo “salido”, lo que vendría a ser una versión “fantasía heroica” de Ryo Saeba (sí, sé que uso ejemplos de cuando nació Jordi Hurtado, pero si no conoces City Hunter, no mereces más que humillación pública en la plaza del pueblo, así que déjate de leer esto y ponte a estudiar un poco de historia del manganime). De hecho, es una de las cosas que más me ha chocado de la serie. Si ya en los 90 hubo muchos problemas con la emisión de anime porque era muy “violento”, me extraña sobremanera que en los tiempos del “#metoo” no haya aparecido ninguna asociación feminista reclamando la retirada inmediata de la serie por, sobre todo (porque como es normal en este tipo de series hay violencia, sangre y muerte a raudales), los sobeteos del prota hacia la prota. En serio, se han montado manifestaciones por menos.
Así que, por lógica, la prota es del tipo abnegada y sumisa. Totalmente enamorada del prota, está ahí para hacer bonito, llorar y tener que ser rescatada (y luego alguna otra cosa, pero en principio eso).
El resto, pues lo típico: El amigo-rival, el pasota, el impasible, el mega poderoso con un gran punto débil, el misterioso, el malo que se ve que va a durar un capítulo, el malo que se ve que va a ser el malo maloso definitivo, el malo que se ve que no tardará en volverse bueno y ayudar a los protas… Lo dicho, nada que vaya a resultar excesivamente sorprendente, al menos si ya tienes algo de experiencia en este tipo de series. Eso sí, todo con armaduras muy llamativas y vistosas, y ellos normalmente muy guapos y ellas normalmente muy guapas (y con unas tetas descomunales casi todas ellas). Y, de nuevo como cabría esperar, mucho enseñar carne tanto ellos como ellas.
La película
Netflix nos ofrece también la película Prisoners of the sky, que temporalmente parece situarse justo al final de los capítulos que ya están disponibles (Netflix los ha dividido en tres temporadas, anunciando la cuarta para los primeros días de agosto).
Como suele ocurrir en las pelis de series, es algo así como un capítulo largo o como un arco argumental muy concentrado.
En esta ocasión nuestros protagonistas se las ven con Celestiales, descendientes del Clan de las Diosas, y con los Seis Caballeros Negros, los malos que permitirán a nuestros héroes lucirse y mostrar sus técnicas más poderosas.
Resumiendo
Que si estás aburrido, esta serie puede ser una buena solución. Lógicamente es más probable que te mole si eres un adolescente masculino en plena efervescencia hormonal, pero le puede gustar a mucha más gente. No te va a suponer una experiencia vital que te haga replantearte tu vida, pero pasarás un rato entretenido.